google7dd1545685824157.html REFLEXIONES Y OTRAS COSAS MAS: julio 2010

lunes, 26 de julio de 2010

Un programa de marketing llamado Obama

DOCUMENTAL: “OBAMA DECEPTION" (EE.UUU. 2009) de Alex Jones.

LA DECEPCION DE OBAMA from Socialista on Vimeo.

lunes, 19 de julio de 2010

Obama, la versión mejorada Bush

Y LA OBAMANÍA SE DILUYE


Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza. . . Y solo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo que quieren escuchar"
(Timoteo 4: 3 VLPDPT)


Cuando aquel 4 de noviembre de 2.008, el senador por Illinois, del Partido Demócrata Barack Hussein Obama fue electo como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, muchísima gente, en muchos países del mundo, creyeron firmemente, pero no menos ingenuamente, o por conveniencia política, que se había inaugurado una nueva era de relaciones entre los Estados Unidos y el mundo. Y es que quizá y en apariencia no era para menos, pues Obama venia presidido de unos pergaminos que le permitían presentarse como el iniciador de un nuevo estilo de administración: lenguaje sencillo, una personalidad franca, sin demagogia, con una plataforma política apuntada a la reconciliación, la solidaridad, lucha contra la corrupción, de raza negra, hijo de un inmigrante musulmán africano, habiendo vivido mucho tiempo en Indonesia, con trabajo social en varias comunidades pobres y marginadas de Chicago y claro, con una carrera política meritoria, entre otras.

Todo esto le hacían ver como un mandatario que le daría un vuelco importante en la manera en que históricamente el país del norte venia asumiendo sus relaciones internacionales.

¿Pero que a pasado con Obama en este año y ocho meses al frente de los destinos de la mayor potencia de la historia? Y es que la pregunta tiene razón de ser si nos damos cuenta de que Obama en cuanto a la reconciliación y la paz en el mundo, no ha emprendido ninguna acción determinante: Estados Unidos sigue siendo el mayor exportador de armas nivel mundial, incrementa el número de soldados norteamericanos enviados a Irak, la guerra en Afganistán se le convirtió en un dolor de cabeza, avala de manera complaciente el holocausto Palestino a manos del estado de Israel, cuando el violento ataque de la marina Israelí en contra de la Flotilla de la Libertad, solo atino a decir que lamentaba las bajas que se habían producido - ¿Qué descaro verdad?-, bajo el pretexto de que Irán está desarrollando un programa nuclear al que por cierto le asiste todo el derecho de hacerlo, amenaza con desatar una guerra en su contra, y de paso llevar a la humanidad a una confrontación bélica de impredecibles proporciones, no tiene ni la mas mínima intención de acabar con el brutal bloqueo contra Cuba, si no que al contrario, cada vez mas se incrementa la injerencia gringa, a través de la National Endowment for Democracy, en procura de desestabilizar el gobierno de la isla a través del apoyo económico a los mal llamados disientes que desde Miami encuentran sus mayores padrinos, amplía su injerencia militarista y desestabilizadora en América latina a través de las 7 bases en Colombia, próximas bases en Panamá, en este momento se acaba de firmar un convenio en vista del cual, Costarrica cede su soberanía para que militares norteamericanos patrullen sus costas, bajo el pretexto de la lucha contra el trafico de drogas, activación de la IV flota en los mares latinoamericanos, a través de agencias gringas como Usaid, viene implementando una brutal y descarada agenda de acoso y descalificación en contra de proceso revolucionario venezolano, apoyando y patrocinando tácitamente a diversos sectores de la posición.

En fin, es todo un cumulo de decisiones y acciones de orden político, económico y militar, caracterizadas por la hostilidad la agresión y la violencia que solo buscan recuperar, retener y ampliar su influencia geopolítica en el mundo para la dominación. Esta actitud lo ha llevado a violentar y agredir a países, naciones y pueblos enteros que se resisten a volver de nuevo a su esfera de influencia. Todo esto y muchas cosas mas – no hemos tocado la realidad interna de la población estadounidense - lo único que hacen es ratificar lo que se sabía desde el principio, pero que muchos se empecinaron en creer lo contrario: que con Obama no pasaría nada y que más bien seria más de lo mismo y al mejor etilo gringo.

Y aquí entonces la gran pregunta es: ¿Por que y como tan de repente aparece Barack Obama en el escenario político, para obnubilar la mente de grandes cantidades de seres humanos en el mundo haciéndose ver como el como mesías que iría a redimir a los Estados Unidos de su pasado como gendarme, y en aras de que este se reconciliara con el orbe para así instaurar una “nueva era de paz y armonía”?

Estoy plenamente convencido de que una de las posibles respuestas la debemos buscar, como lo decía más arriba, en el intento premeditado de la dirigencia Norteamericana por lavarse y maquillarse la cara de policía del mundo que ha venido trayendo desde hace muchísimo tiempo, y que no pocos enemigos le ha granjeado.

Para esto no más hay que ver como desde que Obama decidió lanzarse como candidato presidencial por el Partido Demócrata, los medios de comunicación hablados, escritos y televisivos en todas partes del mundo, asumieron premeditadamente o no, ser la punta de lanza como agente de influencia mediática, en el propósito de vender un producto - y eso no resulta gratis - llamado Barack Obama, “destinado a llevar la paz y la reconciliación” a toda la humanidad. Y es que había que ver por ejemplo, como personas con una conciencia critica y analítica, sorprendentemente se despachaban en alusiones positivas hacia la persona de Obama.

Pero es que la sabiduría popular y la historia son sabias. Con el caso de Obama se ratifica una vez más aquello de que “aunque la mona se vista de ceda, mona se queda” Y es que siempre debemos tener en cuenta de que históricamente los detentores del poder harán uso de cualquier estratagema para confundir y convencer a los demás acerca de sus “buenas intenciones”.

Lo que sucede es que hay quienes pecaron de una inocencia política craza, al creer que era cierto que con El Obama negro, del partido demócrata, de ascendencia musulmán, hijo de un inmigrante africano, carismático, franco, abierto, venido de menos a más etc. se daba la oportunidad para un cambio de actitud positivo en las relaciones de los Estados Unidos y el resto de los países, mas olvidándose de una verdad de apuño: “Los Norteamericanos gobiernan y gobernarán para los Norteamericanos”, pues como potencia que son, nunca van a soltar el poder así como así, por la buenas, y no lo van a hacer sencillamente porque saben lo que les representa estar en la cúspide de la dominación mundial en todos sus ordenes. A lo sumo harán operaciones parche que no cuestionen de raíz su estructura de dominación.

Dicho en otras palabras, nuestra sociedad actual con los norteamericanos a la cabeza, se mueve dentro de la lógica del capital: “El dinero como máximo valor, y por encima de la dignidad humana”. Si la idea es producir la máxima ganancia, en el menor tiempo posible, y con el menor esfuerzo, entonces ya nos podremos imaginar hasta donde pueden llegar las buenas intenciones de los dueños del capital, quienes son en realidad el poder detrás del trono.
Para mi, entender esto, es fundamental a la hora de discernir el discurso “bonito”, pero altamente embaucador y alienador de esta sociedad, la cual se halla impregnada hasta los tuétanos de los valores (¿o anti-valores?) que genera el vil metal.
Así pues, la cuestión entonces no está en ser demócrata o republicano, negro o blanco, católico o protestante, cristiano o musulmán o ateo, hombre o mujer, latino o europeo o árabe o asiático, de aquí o de allá etc. - quizá a lo mejor en algo ayude, pero no es determinante - si no la cuestión está en comprender que quien tiene el dinero, tiene el poder, así no tenga la verdad, y de tener siempre presente la consecuente lógica social que de ello - del dinero como máxima premisa - se desprende.

Por eso entonces podemos decir que Obama es simplemente - y no es porque sea Obama, puede ser cualquier otro - el muñeco de mostrar, pero quienes están realmente detrás de él, controlando los hilos del poder no es ni siquiera el congreso o la casa blanca, si no “el complejo industrial-militar-tecnológico de carácter trasnacional y corporativo” (1), del cual el congreso y la casa blanca son meros apéndices.

Vistas así las cosas, podemos afirmar entonces que el fenómeno Obama, o la Obamanía que sedujo a millones de incautos en su momento, mas que realidades que beneficiarían a la humanidad, fue sencillamente el producto de un muy bien elaborado programa de marketing político, en el cual se diseño, se publicitó, se distribuyó y se vendió la idea de que con Barack Hussein Obama, los Estados Unidos pasarían de ser vistos como el vecino detestable, al amigo bonachón y solidario con sus vecinos, es decir, Obama fue el intento de maquillar la fachada de dominación gringa.

Por eso no desecharía totalmente la idea que tiene en sus mentes cientos de millones de seres humanos el en mundo, de que Obama es sencillamente la continuación de la administración Bush, y un fiel representante de quienes controlan los hilos del poder en los Estados Unidos.





martes, 13 de julio de 2010

Antisemitismo y el anti-judaísmo, un falso dilema

¿ANTI-SEMITA = ANTI-JUDÍO?


Para colonizar a una comunidad, a un pueblo, a una nación etc. se requiere apropiarse primero del pensamiento (que funcione dentro de una lógica), después las ideas (que expresen determinadas cosmovisiones) y por ultimo, de las palabras, las cuales son la expresión concreta del ideario colectivo de identidad de dicho pueblo, nación, comunidad etc. Bueno, no en vano por ahí andan hablando los especialistas de lo que han dado en llamar la guerra de cuarta generación. Y es que desde las simples palabras y frases, podemos empezar a entender los intríngulis de la dominación de una persona sobre otra, del que sabe y enseña (supuestamente) sobre el que no sabe y aprende (también supuestamente), de un país sobre otro etc.

A manera de ejemplo tenemos la famosa frase elaborada por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe: “América para los Americanos” Esta “simple” frase fue dirigida básicamente a todo aquel país (Europa) que diferente a los Estados Unidos, se atreviera a poner en duda su hegemonía en el continente Americano y decirle que ellos no iban tolerar ninguna influencia diferente a la Norteamericana. ¿Cuál era supuestamente la razón de fondo de la misma? La defensa de los procesos independentista de los países de América del Sur. Osea, ante semejante empresa tan altruista como lo es la de defender y preservar la independencia de los países de Suramericanos, ¿quien se atrevería a decir o a hacer algo en contra? El que lo hiciera, mínimamente corría el riesgo de ser tildado de “anti demócrata” y por tanto enemigo de la “paz” y la “justica”, con sus consecuentes resultados de persecución, represión, y en muchísimos casos hasta llegar a la muerte.

Y hoy, como a sucedido y sigue sucediendo en muchos otros casos, se repite la historia a propósito de la apropiación que ha hecho el movimiento sionista del término semita, para hacer creer que semitas son exclusivamente ellos, los Israelíes, y que por tanto toda oposición a la causa sionista, es una actitud antisemita, la cual “lógicamente” es una oposición al pueblo de Israel y su derecho a ser una nación, con lo que ello implica si se tiene en cuenta la manipulación que los sionista han hecho de la catástrofe judía del holocausto. Entonces la cosa es como sigue: Oponerse al movimiento sionista, es asumir supuestamente una actitud antisemita y ello significa entonces rechazar al pueblo de Israel, dando en su lugar continuidad a la persecución nazi moderna contra ellos. Y ya todos sabemos la carga emocional negativa que ello (el nazismo y su persecución judía) provoca en la mente de la gran mayoría de personas en este planeta.

Pero miremos realmente la significación del término Semita y de paso desnudar la perversa manipulación que del término a hecho el movimiento sionista, en el propósito de satanizar y perseguir a todo aquel que se oponga a sus diabólicos planes de liquidar al pueblo Palestino para quedarse con sus tierras.

Según el relato bíblico, Noé, descendiente de Abraham, tuvo tres hijos a saber. Sem, Cam y Jafet, diciendo que "de estos (tres) se propagó todo el género humano sobre la tierra” (Éxodo 9: 19 VBL).

En Génesis 11: 10 (NVI) en adelante, se nos dice:
"Ésta es la historia de Sem: “Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad.11 Después del nacimiento de Arfaxad, Sem vivió quinientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 12 Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, nació su hijo Selaj.13 Después del nacimiento de Selaj, Arfaxad vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 14 Cuando Selaj tenía treinta años, nació su hijo Éber.15 Después del nacimiento de Éber, Selaj vivió cuatrocientos tres años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 16Cuando Éber tenía treinta y cuatro años, nació su hijo Péleg.17 Después del nacimiento de Péleg, Éber vivió cuatrocientos treinta años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 18 Cuando Péleg tenía treinta años, nació su hijo Reú.19 Después del nacimiento de Reú, Péleg vivió doscientos nueve años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 20 Cuando Reú tenía treinta y dos años, nació su hijo Serug.21 Después del nacimiento de Serug, Reú vivió doscientos siete años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 22 Cuando Serug tenía treinta años, nació su hijo Najor.23 Después del nacimiento de Najor, Serug vivió doscientos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 24 Cuando Najor tenía veintinueve años, nació su hijo Téraj.25 Después del nacimiento de Téraj, Najor vivió ciento diecinueve años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 26 Cuando Téraj tenía setenta años, ya habían nacido sus hijos Abram, Najor y Jarán".

Así las cosas, la condición Semita proveniente directamente de Sem, el hijo de Noé, hijo de Abraham, patriarca de Israel, y todos los pueblos descendentes de la parentela de Sem son considerados Semitas ¿Quiénes son esos pueblos? Aquellos que se diseminaron a lo largo de la región comprendida entre el Mediterráneo, los montes de Armenia, el Tigris y la Arabia meridional, para luego extenderse también a Etiopía y al Norte de África: los fenicios, los acadios, los asirios, los cananeos, los babilonios, los arameos, los samaritanos, los etíopes, los árabes, los hebreos entre otros.

¿Entonces si así son las cosas, por que los sionistas se van lanza en ristre tildando de antisemita a todo aquel que rechaza la política expansionista de Israel? Ojo, rechazo a la política, no al pueblo de Israel como tal.

La respuesta la podemos encontrar a partir de comprender a los anti todo de los nazis: “odiaban por igual a todas las razas consideradas inferiores. En realidad los nazis eran anti semitas, anti eslavos, anti gitanos y, si no les hubiera convenido, anti latinos y básicamente anti todo lo que no fuera “ario” (1).

Vemos como entonces los sionistas han manipulado, dentro de las tantas cosas que han manipulado, el hecho histórico del anti judaísmo a manos del nazismo (que no fue el único anti), para etiquetar a sus contradictores de antisemitas, y por ende, de continuadores de la persecución judía.

Pero la verdad, y como ya lo hemos visto, es una soberana mentira tal discurso, pues los hebreos no son el único pueblo a quienes se les puede asignar la condición semita, sino que junto con el, están con la misma condición, los fenicios, los acadios, los asirios, los cananeos, los babilonios, los arameos, los samaritanos, los etíopes, los árabes.

Más bien lo que sucede es que en esa premeditación sionista que tiene por objeto la expulsión absoluta del pueblo Palestino de sus territorios, no solo a echado mano de la agresión militar (no es de ninguna manera una guerra), si no que también se ha apropiado entre otras muchas cosas, del pensamiento, de las ideas y de las palabras, para poner todo esto al servicio de su vil causa. Y claro, para ello cuentan con el poder y la influencia política y económica, y si no miremos la enorme influencia que ejercen en la economía, la política, los medios de comunicación de muchos otros países, como la prensa, la radio, la televisión y el poderoso lobby que ejercen en los centros de poder en los Estados, particularmente el congreso.

Sucede igual con la idea que tiene mucha gente por ejemplo hoy, que cuando compra artículos electrónicos o electrodomésticos o cualquier otro, uno oye decir, “uy este articulo que acabo de comprar es muy bueno, pues es americano”, osea, que es hecho en los Estados Unidos. Y es que esto no es gratis, no es porque si, sino que el poder hegemónico que ejercen los Norteamericanos también a echado mano del apropiamiento del las ideas y pensamientos y palabras, para ejerce control sobre lo que ellos consideran, es su patio trasero.

Pero no, americanos somos los Colombianos, los Venezolanos, los Ecuatorianos, los Argentinos, los Nicaragüenses, los Bolivianos, los países Centroamericanos entre otros, pues América es una sola. Y América del Sur en particular, no es ningún patio trasero ni de los norteamericanos ni de ninguna potencia colonialista, ni de nadie en absoluto.

Pero así es la guerra de cuarta generación básicamente, influenciar en la percepción de la gente para así controlar y re-direccionar su pensamiento, sus ideas y sus palabras hacia el respaldo de la agenda de dominación de los centros de poder, e Israel con el movimiento sionista a la cabeza es uno de ellos.

¿Entonces? Pues podemos terminar a manera de resumen afirmando que: “De todo ello se deduce que es igualmente errado el uso de “antisemita” cuando con tal término se quiere designar a quien es “reo de antisemitismo” (1), es decir, de aquel “delito” (o “reato”) que un autorizado vocabulario define en los siguientes términos: “aversión hacia el pueblo judío”, que a veces ha alcanzado formas de persecución e incluso de complejo colectivo de exterminio, con una base esencialmente propagandística, debida a la degeneración de pseudoconceptos histórico-religiosos o a la búsqueda de un chivo expiatorio por parte de políticos y clases políticas impotentes” (2). Si se usa correctamente, de hecho, el vocablo “antisemitismo” –acuñado en 1879 por el periodista vienés Wilhelm Marr (3) –debería indicar la hostilidad hacia toda la familia semítica, que hoy tiene su componente mayoritario en las poblaciones de lengua árabe, de modo que la calificación de “antisemita” resultaría más adecuada para designar a quienes nutren aversión hacia los Árabes más que a los “reos” de hostilidad anti judía (2).

Por eso podemos declararnos abiertamente antisionistas y rechazar categóricamente por mentiroso y manipulador el calificativo de antisemitas, ya que no somos ni anti libaneses, ni anti iraníes, ni anti, iraquíes, ni anti palestinos, ni anti egipcios, ni anti etíopes, ni anti jordanos, ni anti kuwaitíes, ni anti yemeníes, ni anti argelinos, ni anti libios, ni anti marroquíes, ni anti tunecinos, ni anti mauritanos, ni anti sudanies, ni anti sahuries, ni anti judíos etc. Somos anti sionistas que es total, absoluta y categóricamente diferente.

La paz del Resucitado sea con ustedes.




(1) Jon kepa, Libertad dactilar, https://jonkepa.wordpress.com/2007/09/24/los-semitas-antisemita/


(2) Claudio Mutti, http://es.altermedia.info/historia/el-equivoco-del-semitismo-y-del-antisemitismo_1968.html.

miércoles, 7 de julio de 2010

Según el texto Bíblico, Isarel no es el pueblo escogido

ISRAEL, PUEBLO ESCOGIDO: ¿QUIENES? ¿PARA QUE?

El termino apostasía proviene de dos palabras griegas, απο (apo), que significa algo así como “estar fuera de”, y στασις (stasis), que significa "colocarse”, “ubicarse”. La palabra original griega para apostasía es απόστασις (apóstasis), y esta tiene que ver con “estar lejos de”, y no se refiera a un simple desvío o un alejamiento de la fe y a la práctica, si no que implica un alejamiento definitivo y deliberado de alguna cosa, una renuncia de su anterior fe o creencia.
Pero dejemos a un lado y de momento estas cuestiones semánticas y técnicas, para adentrarnos el tema que nos ocupa en esta entrada.

Dentro de los tantos argumentos manidos que subyacen en la esfera emocional del movimiento sionista y de muchos judíos para justificarse a si mismos, está el de considerasen como el único pueblo escogido por Dios, y que por tanto esto les da alguna superioridad frente a otros pueblos, razas, etnias o naciones. Ahora, esta idea no solo le ha servido a los sionistas y judíos para justificar sus ofensivos propósitos, sino que también sobre ella muchos cristianos e iglesias encuentran la mejor razón para, o abiertamente justificar y aplaudir las atrocidades cometidas por el estado hebreo, o para hacerlo como decía en la anterior entrada, de manera solapada, esto es, “No estoy de acuerdo, pero al fin y al cabo, si lo hacen es porque de alguna manera u otra, es la voluntad de Dios que Israel expulse a los Palestinos y se quede con sus tierras”. En ambos casos habita la idea de que si ello es así es porque Dios en su “inescrutable sabiduría y propósito” así lo dispuso, pues Israel es el pueblo que Dios escogió.

¿Pero de qué manera se ha de entender a Israel como pueblo escogido de Dios? Veamos:

Varios textos de La Biblia, el libro sagrado de los cristianos, en su Antiguo Testamento dicen cosas como la siguiente: “Porque tú eres un pueblo santo que pertenece al Señor tu Dios; Te ha legido el Señor tu Dios para que le seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra”. (Deuteronomio 7:6).
"Pero tú eres, mi siervo; Jacob, mi elegido, descendiente de Abraham amigo mío. te tomé de lo más remoto de la tierra, y de sus regiones más remotas te llamé diciéndote: 'Tú eres mi siervo; he elegí y no te hice a un lado (Isaías 41:8 - 9).

En verdad, tales palabras como tantas otras en la Biblia, van dirigidas a Israel, y sí, hay que decirlo abiertamente, Israel es el pueblo que Dios escogió. Más aquí la pregunta no es si fue o no fue Israel el pueblo escogido, sino ¿Quienes estaban llamados a componer a ese Israel que Dios escogió?

Según Éxodo 1: 1 y Josué 13: 6, los llamados a integrar el pueblo escogido por Dios son los descendientes de Jacob y los que mas tarde se incluyeron a el a través de la práctica de las circuncisión y la observancia de la ley.
Clave acá, es la noción de pacto, pues es el pacto de Dios con su pueblo, lo que en adelante va constituir a ese pueblo en su relación con ese Dios que los escogió. ¿Quiénes hacen parte del Israel escogido? Los que se atengan ese pacto que Dios establece (Éxodo 19: 1- 6).

Vemos entonces que la membrecía a Israel va mas allá de una mera cuestión étnica, de raza, de nación, lo cual a todas luces resulta muy simplista por lo ingenua, además de que va en contra del sentido bíblico. La desobediencia a Dios implicaba pérdida de pertenencia a ese pueblo. Por tanto, judío es quien observaba las implicaciones de dicho pacto.

Ahora, que hemos de entender por ¿”Escogido”?

El texto de Isaías 56: 7 – 8 dice: “Yo los traeré a mi santo monte y haré que sean felices en mi casa de oración. Aceptaré en mi altar sus ofrendas que deben quemarse completamente y sus sacrificios. Porque mi casa será llamada casa de oración para todos las naciones. Mensaje del Señor Dios, que reúne a los dispersos de Israel: Reuniré otros a ellos, además de los que ya he reunido.”.

Para el teólogo y erudito holandés de nacionalidad estadounidense Hans Karl LaRondelle, “el autentico sentido de Israel como pueblo escogido es el de una comunidad que adora a Yavhé en Espíritu y en verdad”.

Y es que la tradición profética estaba imbuida de ese espíritu de guiar al pueblo a ser fiel a ese Dios en la vida cotidiana y de denunciar cuando este se apartaba de dicho pacto.
Por eso es que a Israel como pueblo escogido hay que entenderlo desde sus implicaciones teológicas y no de sus características políticas o de cualquier otra índole.

Ahora, se sobreentiende entonces que no fue una elección arbitraria que suponía que a pesar de todo y por encima de todo, Dios pasaría por alto la desobediencia de Israel, sino que esa elección implicaba enmarcarse dentro del espíritu de servir a la causa al que Dios los había llamado, “caminar rectamente delante de Él”
Lo anterior implica que ser escogido pasa por manifestar en su vida como pueblo, la obediencia a ser ese pueblo especial, especial pues estaba llamado a dar testimonio de ese Dios de bienestar, justicia y paz.

¿Pero que sucedió al final de todo esto? ¿En que quedo la elección de Israel por parte de Dios?

Que Israel no supo obedecer a ese Dios, y en su lugar, quiso hacer su propia vida lejos del pacto que Dios pretendía establecer con su pueblo. Y es que palabras más, palabras menos, diríamos que el Antiguo Testamento nos narra de cómo Dios trató de acercarse y redimir a un pueblo, por medio de la observancia de la Ley (Éxodo 20: 1 - 17), de la observancia de una práctica religiosa que no estaba interiorizada en el corazón de hombres y mujeres de aquel entonces, sino que era una militancia esculpida en la fría roca (Éxodo 34: 1).


Es por tanto que aparece el Nuevo Testamento, el nuevo Pacto, el Nuevo acuerdo, no fijado ya sobre la roca, es decir, a partir de la observancia fría y rígida de lo externo, de la raza, de la etnia etc. sino a partir de la fe en Jesucristo, quien vino a dar cumplimiento a esa elección, a esa escogencia del Pueblo de Israel. ¿Como? a través de la fe y sin mediación alguna de las frías obras.

¿Entonces diremos que esa primera elección divina quedo en nada? La respuesta es no. Sencillamente, la manera de ser pueblo elegido ya no pasa por la observancia externa de la ley mosaica, sino de recibir gratuitamente el llamado de Dios a ser parte de su pueblo por medio del acto expiatorio de Cristo en la cruz. Con esto constatamos que la elección continua en firme, solo que se amplía, se extiende a todo aquel que el cualquier parte del mundo se abra a esa oferta de redención traída por Cristo (Romanos 10: 9).

No en vano la Biblia habla del “remanente fiel” que heredará los derechos y deberes del pacto. Por eso podemos afirmar que el pueblo escogido de Dios no existe al margen del Israel de Dios, sino de todo aquel, incluido los sionistas que rechaza a Cristo.

Con lo anterior se hecha por el piso entre otras cosas, las pretensiones de aquellos que afirman que a partir de la conformación de Israel como nación en 1.948, se da una irrefutable razón de que todavía es Israel el pueblo escogido por Dios, y que por tanto ellos tiene un ganado derecho bíblico sobre Palestina. Pero como ya los hemos dicho, la condición para quedarse como pueblo escogido se da a partir de una vuelta/conversión a Dios, esto es, de obedecer a su plan de redención (Deuteronomio 30: 1 - 8)

¿Pero entonces el regreso a Sion, la promesa de la tierra prometida también queda en cero?

El apóstol San Pablo en su carta a los Romanos 4: 13, dice que la promesa de una tierra, trasciende a Palestina, para tener como objeto de su cumplimiento a todo el mundo, y que dicha promesa fue dada por medio de la justicia de la fe. Y como ya hemos visto, la única manera de reclamar tal herencia, es vivir en Cristo Jesús.

Conclusión:

No es verdad que la raza, la etnia, lengua ubicación geográfica etc., determinen que Israel es el pueblo escogido de Dios, pues ser escogido por Dios implica atenerse a una llamado a ser testimonio de santidad (apartado para) y justicia en medio de los demás pueblos.

El Israel de ayer y de hoy tiene continuidad cuando se recibe por fe la oferta gratuita para entrar a ser parte del pueblo elegido por Dios para una salvación/liberación traída por Cristo, quien es el cumplimiento pleno de toda la ley, tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento (Mateo 5: 17)

A partir de Cristo, se acabaron las distinciones de edad, género, raza, etnia, condición etc., para pasar a ser uno solo en Él (Gálatas 3: 28).

Lo que sucede es que hoy día los sionistas se han apartado deliberadamente (apostatado) de la fe judía y muchísimo mas de la fe en Cristo, a la cual jamás han reconocido, para irse tras de sus perversos y oprobioso deseos de poder.
Ciertamente no niegan de labios para afuera la fe judía, ni tontos que fueran, sino que se han valido de ella cual pájaro Cuco (Los cucos ponen los huevos en los nidos de otros pájaros. Cuando nacen sus cría - tres veces más grande que los otros - los expulsa del nido o los hacen morir de hambre), para mimetizarse en la fe de un pueblo, y desde allí manipular su discurso y sus creencias, con el único propositito comenzar a perseguir, violentar expulsar y si el es caso asesinar en nombre de la fe judía, a todo aquel que no apoye sus planes maquiavélicos.

Con todo lo anterior podemos ver que como todo fanatismo, el sionismo requiere sacralizarse a si mismo para sentirse superior frente a los demás y justificar sus actos. Y para ello echa mano de un supuesto plan que fue predispuesto con mucho tiempo de antelación por Dios. Aquí estamos hablando entonces de una justificación religiosa de su manera de ser y hacer, la cual se fundamenta básicamente según ellos, en la promesa de Dios de hacerlos regresar a Sión (léase Palestina). Ahora, esta manera de ser y hacer de los sionistas y de muchos judíos en el mundo, supuestamente se corresponde con una voluntad divina, la cual escapa al ordenamiento y disposiciones humanas.

En resumidas cuentas y como diría alguien: "el movimiento sionista vive en un gueto mental".

La próxima entrada sobre Israel trataré otra de las mentiras usadas en el discurso sionista para satanizar a sus oponentes: el de acusar a sus contarios de antisemitas.

Shalom a todos ustedes.

jueves, 1 de julio de 2010

El sionismo es lo más opuesto al judaísmo

EL SIONISMO COMO TERGIVERSACIÓN Y MANIPULACIÓN DEL JUDAÍSMO



En la anterior entrada terminaba diciendo palabras mas, palabras menos, que el sionismo a pervertido la fe monoteísta judía para sus perversos fines nacionalistas, colonialistas y expansionistas. Aquí la perspectiva religiosa judía como tal (el judaísmo es antes que nada una religión), nos ayuda a tener suficiente claridad al respecto. Basta con auscultar básicamente los postulados de la fe judaica respecto al exilio, que es uno de los fundamentos de su fe y práctica, para ver como a partir de su libro sagrado de la Torat y el Talmud, en el horizonte de fe del practicante judío, no hay cabida para la idea de un estado como tal, cosa que choca de frente con la agenda sionista de instaurar un estado para el judío en el exilio. Pero antes de ahondar en esta cuestión, miremos rápidamente de donde proviene el movimiento sionista, para que así nos podamos hacer una mediana idea de cual es la historia precedente del sionismo y por que ha convertido a Israel en lo que es hoy: un estado rayando en el fascismo.



El movimiento sionista nace al calor del nacionalismo europeo en el sigo XlX, en donde los Estados nación que surgieron después de la Revolución Francesa, se sintieron inclinados hacia una nueva identidad libre de todo relacionamiento con religión entre otras, y en detrimento de las identidades religiosas de aquel entonces. Como dice la historiadora del sionismo Anita Shapira: “Pequeñas naciones, que durante cientos de años carecían de gobierno propio, ahora se rebelaban para luchar por su libertad. Grecia, Italia, Polonia, Checoslovaquia y Alemania se transformaron de meros conceptos geográficos en símbolos del nacionalismo, en su lucha por ocupar un lugar bajo el sol.”. Y ya hasta aquí, y al calor de naciente nacionalismo europeo, los judíos traen en su historia un par de cositas que le ayudaría a Théodore Herzl y a su grupo, a dar inicio a su agenda nacionalista y colonialista del futuro estado de Israel: Sión como fuente de identidad, el uso del hebreo como lengua sagrada, y el sueño de volver a tierra santa.



Aquí se hace imprescindible que volvamos a retomar el tema del concepto judío sobre el exilio. Desde sus libros sagrados como son la Torah y el Talmud, el judío asume que el exilio a que a sido sometido es producto de un castigo divino debido a su incapacidad para obedecer los mandatos de Dios. Entonces lo que debe hacer un judío mientras esté en el exilio son básicamente dos cosas: asumirlo como un tiempo para la conversación de su vida, y como ocasión para dar a conocer a los gentiles la fe en Yavhé. A Esto es a lo que se refiere a la idea del exilio según la fe judía.



Ahora, ¿como es la idea judía respeto de la tierra santa (Jerusalén)? Traigo a colación las palabras de los judíos ortodoxos de Neturei Karta Internacional: “La Tierra Santa es un regalo Divino condicional. Es un lugar apartado para la veneración de Dios. Pero fue dada condicionalmente. La Biblia profetizó que si “los hijos de Israel” fallaran su misión espiritual, serían desterrados de su tierra y mandados al exilio. Este castigo del exilio duraría hasta que el Señor en Su misericordia, vea conveniente acabar la historia como la conocemos, anunciando la era Mesiánica – un tiempo de fraternidad y paz universal. Este utópico futuro incluirá la veneración de Dios por toda la humanidad. . .”



Vemos como en la cosmovisión de fe del judaísmo, el retornar a la tierra santa debe ser producto de una regeneración de vida y de cumplir la misión de dar a conocer entre las demás naciones la fe Yahvista, además de ser un espacio de fraternidad y unión con todos los seres humanos. Es decir, para el judío, mas allá de retornar a su tierra, el retorno del exilio es ante todo un volver a Dios. "¡Vengan, volvámonos al Señor! El no ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará. Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos levantará, y viviremos en su presencial."(Oseas 6:1-2 NVI). Podemos darnos cuenta que aquí la cuestión es mas que un pedazo de tierra, es algo teológico y espiritual.



¿Pero que fue como fue que el sionismo tergiverso estas creencias? Para Théodore Herzl y su circulo de poder quienes estaban alejados de la fe judaica, el exilio fue asumido como el producto de la debilidad judía, por lo que ya era hora de acabar con el exilio, recurriendo a uso del poder político, económico y militar, idea que va en contravía de la religión judaica, que ve la terminación del exilio solo por la misericordia de Dios. Vemos como tal postura del sionismo, rechaza la idea talmúdica sobre el exilio, la cual enseña que los judíos no deben emplear fuerzas humanas para crear un Estado antes de que se establezca la era universal de paz y hermandad, teniendo como su centro a Jerusalén.



Vimos en la anterior entrada, y aquí lo hemos ampliado y corroborado, que el sionismo desde sus inicios elaboró una agenda propia distinta a la del judaísmo, fundada principalmente en conseguir a como diera lugar un pedazo de territorio para los judíos en exilio, y para ello usurpó y enarboló como propio, entre otros temas de la fe judía, la cuestión del regreso a Sion, pero vaciándolo de su contenido original. Y claro, ahí entró Palestina. No en vano lo pregonaba Herzl cuando decía cosas como: “La cuestión judía no es para mí ni una cuestión social, ni una cuestión religiosa, es una cuestión nacional» (1) Si, así es y no podía ser de otra manera, pues recordemos que la agenda sionista nació alejada de la fe judía, y en su lugar se alimento y se sigue alimentando del nacionalismo, un nacionalismo exasperante al punto de que si se habla de sionismo en Israel, ello significa que no se puede aceptar absolutamente nada que este por fuera de la identidad supuestamente judía de Israel. Es por eso que el sionismo destila odio contra los árabes, se percibe a si mismo como perseguido por todo el mundo, asume en representación de los judíos que es el único pueblo llamado y escogido por Dios, y es que no podía ser de otra manera, ya que todo nacionalismo indefectiblemente tiene necesidad de sacralizarse así mismo, descalificando y excluyendo a los demás. Esta es una consecuencia de todo fanatismo, incluido el religioso.



A manera de colofón, quiero terminar esta tercera entrada sobre Israel y la cuestión Judía y sionista, trayendo a colación las palabras del profesor Judas Magner, Presidente de la Universidad Hebraica de Jerusalén, que con ocasión del discurso inaugural de dicha Universidad en de 1946, y considerando que el Programa de Biltmore de 1942, que exigía la creación de un Estado Judío en Palestina conduciría a la guerra contra los árabes, decía: «La nueva voz judía habla por la boca de los fusiles Así es la nueva Tora de la tierra de Israel. El mundo ha sido encadenado a la locura de la fuerza física. El cielo nos proteja de encadenar ahora al judaísmo y al pueblo de Israel a esta locura. Es un judaísmo pagano el que ha conquistado una gran parte de la poderosa Diáspora. Nosotros habíamos pensado, en los tiempos del sionismo romántico, que Sión debía ser redimido por la rectitud. Todos los judíos de América llevan consigo la responsabilidad de esta falta, de esta mutación incluso aquellos que no están de acuerdo con las artimañas de la dirección pagana, pero que permanecen sentados, con los brazos cruzados. La anestesia del sentido moral conduce a su atrofia».

En una próxima entrada trataré de abordar la cuestión someramente tocada en esta presente entrada, de Israel como pueblo escogido por Dios, ya que este es otro de los argumentos predilectos que yace en el fondo de la mentalidad del movimiento sionista para justificar sus actos reprochables, y en la de muchos cristianos y cristianas de hoy, que apoyan a raja tabla o disimuladamente los actos de la dirigencia sionista.


Saludos para todas y todos.




(1) (Roger Garaudy, Les Mythes fondateurs de la politique israélienne. 2a édicion: Samiszdat Roger Garaudy, Paris, 1996)
Related Posts with Thumbnails