Desafortunadamente en esta era de las comunicaciones no importa absolutamente para nada quien tenga la verdad, si no quien tiene el poder, el poder para manipular, tergiversar, engañar, satanizar, señalar etc. La punta de lanza por excelencia a usar en esta perversa empresa son los medios masivos de comunicación: radio, prensa, televisión. Sus dueños, que son los mismos dueños del poder político y económico los utilizan como herramientas para la crear entre la población una cosmovisión del mundo que se acomode a sus perversos intereses de lucro, y quien se resista a no patrocinar dicha empresa maquiavélica, se le señala, se excluye, y en muchos casos se le desaparece.
¿Que tanta capacidad de crítica tenemos a la hora de ver, leer y escuchar lo que los poderosos nos trasmiten a diario?
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