4 MITOS SOBRE IRÁN
Desenmascarando la mentira
1. Los
iraníes son terroristas
Si interpretamos y traducimos
el “terrorismo” como un acto que coacciona, aterroriza o mata a personas
inocentes con el propósito de sembrar el horror o mostrar fuerza e influencia,
a Irán no se le puede llamar terrorista, ni siquiera un Estado que ampara el
terrorismo, como alegan los fervientes enemigos de Irán.
La última vez que Irán
atacó e invadió una nación soberana fue en 1738, cuando el rey de la dinastía
afshárida, Nadir Shah, invadió la India. Esto significa que desde hace 274 años
Irán es un país pacifista que ni ha dañado ni ha hostigado a otros países, lo
que incluye a sus vecinos y a pesar de que muchos de éstos le hayan provocado e
intrigado de manera beligerante.
Comparen este dato con las
constantes guerras sanguinarias de Estados Unidos. Desde su independencia en
1776 Estados Unidos ha estado envuelto en más de 50 expediciones militares. En
su original libro de 2011 The
Deaths of Others [La muerte
de los otros], John Tirman, detalla las bajas causadas por las guerras
estadounidenses de los últimos tres siglos. Tirman reconoce en su libro que
entre seis y siete millones de personas murieron sólo en las guerras de Corea,
Vietnam e Iraq, la mayoría de ellas civiles inocentes. James A. Lucas realizó
un estudio detallado, publicado en Counter
Currents en 2007, en el que
documentó las bajas civiles en las guerras de Estados Unidos. . . ."En las guerras de Afganistán, Angola,
República Democrática del Congo, Timor Oriental, Guatemala, Indonesia, Pakistán
y Sudán hubo entre nueve y catorce millones de muertes".
Imaginen por un momento que Irán fuera quien hubiera matado a
varios millones de ciudadanos inocentes en decenas de guerras y ataques en
otros países. ¿Qué habría ocurrido? ¿Quién se merece de verdad el título de
“Estado que ampara el terrorismo”?
2. Los
iraníes son incivilizados
Irán es el país más viejo del
mundo si tenemos en cuenta su fundación. Los primeros asentamientos urbanos en
la Persia antigua datan del año 4.000 antes de Cristo y se cree que el primer
imperio persa se estableció en 3.200 antes de Cristo. Los primeros objetos
arqueológicos de Irán se encontraron en los emplazamientos de Kashafrud y Ganj
Par del paleolítico inferior, es decir, hace aproximadamente 300.000 años.
El mayor museo del paleolítico
de Oriente Próximo se halla en la ciudad iraní de Kermanshah. Los embalses
artificiales más antiguos del mundo se encuentran en Irán. Irán es el primer
productor y exportador mundial de alfombras hechas a mano, que es un elemento
inseparable de la cultura persa. La mayor colección mundial de joyas imperiales
pertenece a Irán. La arquitectura iraní es uno de los sellos de la arquitectura
islámica y decenas de mezquitas, caravasares, iglesias, puentes y palacios
magníficos que se hallan por todas partes dan fe de que la arquitectura iraní
es un legado incomparable sin parangón en todo el mundo.
Los iraníes han realizado
históricamente contribuciones inestimables a la cultura, ciencia, economía y
estilo de vida mundiales. Quizá sea interesante saber que los primeros
ladrillos utilizados los hicieron los iraníes. El primer zigurat se construyó
en Irán en el emplazamiento histórico de Sialk. En torno a 5.000 antes de
Cristo los iraníes fueron los primeros en inventar el Tar (laúd) que luego llevó al desarrollo
de la guitarra. La primera declaración mundial de derechos humanos la elaboró
en Irán Ciro II el Grande entre 576 y 529 antes de Cristo: lo que se llama hoy
el Cilindro de Ciro, conservado en el Museo Británico. El primer yakhcal (frigorífico) del mundo se diseñó
en Irán en torno a 400 antes de Cristo. De acuerdo con los hallazgos
arqueológicos, los iraníes inventaron las primeras pilas que se utilizaron
presuntamente en el proceso de galvanoplastia. El científico iraní Rhazes fue
el primer erudito del mundo que introdujo el uso sistemático del alcohol en la
medicina en torno al 846 después de Cristo. El Canon de Medicina, considerado
uno de los manuales fundamentales en la historia de la medicina moderna, lo
escribió un científico iraní llamado Avicena hace casi mil años.
Lo que diferencia al pueblo
iraní de otras naciones y le da su identidad única y sin igual es su sentido de
la cortesía, educación y modestia. No hay violencia y agresividad en las
películas iraníes como existen en las películas estadounidenses. Las
conversaciones diarias entre los iraníes están repletas de proverbios, poesía y
referencias literarias. Los cumplidos a las mujeres, los mayores y los niños
son parte del estilo de vida y la cultura iraníes. La modestia y la humildad se
consideran virtudes entre los iraníes.
3. El
gobierno iraní reprime a las mujeres
Mientras que las mujeres en
Arabia Saudita, aliado acérrimo de Estados Unidos, no tienen derecho a voto ni
pueden conducir coches, las iraníes dirigen universidades, institutos
científicos y ocupan puestos gubernamentales, como es el caso de la ministra de
salud, la doctora Marzieh Vahid Dastjerdi. La persona encargada de la ciencia y
la investigación es mujer. En 2012 el 60% de los nuevos estudiantes de las universidades
iraníes son mujeres. Desde la Revolución Islámica de 1979 el parlamento iraní (Majlis) tiene varias diputadas cada mandato. Irán
exime a las mujeres del servicio militar obligatorio.
4. Irán
desarrolla armas nucleares
El programa nuclear de Irán lo
inició el gobierno estadounidense en los años 50 dentro del marco del programa
Átomos para la Paz del presidente Dwight D. Eisenhower. En aquel momento Irán
era todavía un aliado de Estados Unidos y, por tanto, se le permitía
desarrollar la energía nuclear. Ahora que Irán ya no es aliado incondicional de
Estados Unidos, no tiene derecho a energía nuclear, ni siquiera para fines
pacíficos. ¡Cuánta hipocresía!
La Agencia Internacional de
Energía Atómica está en disposición de ofrecer pruebas creíbles y documentar
que el programa nuclear de Irán no tiene una dimensión militar. Incluso el
informe de 2010 de Inteligencia Nacional de Estados Unidos confirmó que Irán no
tiene intención de fabricar armas nucleares.
Las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto a
Irán afectan considerablemente a los ciudadanos iraníes. A causa de estas
sanciones, se les niega el acceso a medicinas, alimentos, ayuda humanitaria y a
otras necesidades básicas. El valor de la moneda iraní (rial) se ha depreciado de forma
alarmante y los hombres de negocios se enfrentan a graves problemas para
importar bienes de otros países. Se ha vuelto sumamente difícil viajar al
extranjero debido a los precios exorbitantes del transporte aéreo y también
desde que las embajadas extranjeras en Irán ponen graves trabas a la concesión
de visados a los ciudadanos iraníes.
Esto supone un incalificable
castigo colectivo a los iraníes por un crimen que no han cometido.
Desterremos de nuestra mente la
propaganda y el despliegue mediático sobre Irán. Sólo se puede conocer este
país incomprendido cuando se desechen los prejuicios y se dediquen un par de
semanas a viajar a la civilización más antigua del mundo y a ver por uno mismo
lo que no se puede ver ni encontrar en Fox
News, CNN, BBC, Washington Post y New York Times.
Kourosh Ziabari (nacido
en 1990) es un periodista iraní, corresponsal de diferentes medios y activista
por la paz. Ha recibido los más prestigiosos premios de periodismo de su país.
Sus artículos se publican en revistas y páginas web como Tehran Times, Press TV, Global
Research, Iran Review, Counter Currents and CounterPunch, y se traducen a
diez lenguas.