Y LA OBAMANÍA SE DILUYE
“Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza. . . Y solo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo que quieren escuchar"
(Timoteo 4: 3 VLPDPT)
(Timoteo 4: 3 VLPDPT)
Cuando aquel 4 de noviembre de 2.008, el senador por Illinois, del Partido Demócrata Barack Hussein Obama fue electo como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, muchísima gente, en muchos países del mundo, creyeron firmemente, pero no menos ingenuamente, o por conveniencia política, que se había inaugurado una nueva era de relaciones entre los Estados Unidos y el mundo. Y es que quizá y en apariencia no era para menos, pues Obama venia presidido de unos pergaminos que le permitían presentarse como el iniciador de un nuevo estilo de administración: lenguaje sencillo, una personalidad franca, sin demagogia, con una plataforma política apuntada a la reconciliación, la solidaridad, lucha contra la corrupción, de raza negra, hijo de un inmigrante musulmán africano, habiendo vivido mucho tiempo en Indonesia, con trabajo social en varias comunidades pobres y marginadas de Chicago y claro, con una carrera política meritoria, entre otras.
Todo esto le hacían ver como un mandatario que le daría un vuelco importante en la manera en que históricamente el país del norte venia asumiendo sus relaciones internacionales.
¿Pero que a pasado con Obama en este año y ocho meses al frente de los destinos de la mayor potencia de la historia? Y es que la pregunta tiene razón de ser si nos damos cuenta de que Obama en cuanto a la reconciliación y la paz en el mundo, no ha emprendido ninguna acción determinante: Estados Unidos sigue siendo el mayor exportador de armas nivel mundial, incrementa el número de soldados norteamericanos enviados a Irak, la guerra en Afganistán se le convirtió en un dolor de cabeza, avala de manera complaciente el holocausto Palestino a manos del estado de Israel, cuando el violento ataque de la marina Israelí en contra de la Flotilla de la Libertad, solo atino a decir que lamentaba las bajas que se habían producido - ¿Qué descaro verdad?-, bajo el pretexto de que Irán está desarrollando un programa nuclear al que por cierto le asiste todo el derecho de hacerlo, amenaza con desatar una guerra en su contra, y de paso llevar a la humanidad a una confrontación bélica de impredecibles proporciones, no tiene ni la mas mínima intención de acabar con el brutal bloqueo contra Cuba, si no que al contrario, cada vez mas se incrementa la injerencia gringa, a través de la National Endowment for Democracy, en procura de desestabilizar el gobierno de la isla a través del apoyo económico a los mal llamados disientes que desde Miami encuentran sus mayores padrinos, amplía su injerencia militarista y desestabilizadora en América latina a través de las 7 bases en Colombia, próximas bases en Panamá, en este momento se acaba de firmar un convenio en vista del cual, Costarrica cede su soberanía para que militares norteamericanos patrullen sus costas, bajo el pretexto de la lucha contra el trafico de drogas, activación de la IV flota en los mares latinoamericanos, a través de agencias gringas como Usaid, viene implementando una brutal y descarada agenda de acoso y descalificación en contra de proceso revolucionario venezolano, apoyando y patrocinando tácitamente a diversos sectores de la posición.
En fin, es todo un cumulo de decisiones y acciones de orden político, económico y militar, caracterizadas por la hostilidad la agresión y la violencia que solo buscan recuperar, retener y ampliar su influencia geopolítica en el mundo para la dominación. Esta actitud lo ha llevado a violentar y agredir a países, naciones y pueblos enteros que se resisten a volver de nuevo a su esfera de influencia. Todo esto y muchas cosas mas – no hemos tocado la realidad interna de la población estadounidense - lo único que hacen es ratificar lo que se sabía desde el principio, pero que muchos se empecinaron en creer lo contrario: que con Obama no pasaría nada y que más bien seria más de lo mismo y al mejor etilo gringo.
Y aquí entonces la gran pregunta es: ¿Por que y como tan de repente aparece Barack Obama en el escenario político, para obnubilar la mente de grandes cantidades de seres humanos en el mundo haciéndose ver como el como mesías que iría a redimir a los Estados Unidos de su pasado como gendarme, y en aras de que este se reconciliara con el orbe para así instaurar una “nueva era de paz y armonía”?
Estoy plenamente convencido de que una de las posibles respuestas la debemos buscar, como lo decía más arriba, en el intento premeditado de la dirigencia Norteamericana por lavarse y maquillarse la cara de policía del mundo que ha venido trayendo desde hace muchísimo tiempo, y que no pocos enemigos le ha granjeado.
Para esto no más hay que ver como desde que Obama decidió lanzarse como candidato presidencial por el Partido Demócrata, los medios de comunicación hablados, escritos y televisivos en todas partes del mundo, asumieron premeditadamente o no, ser la punta de lanza como agente de influencia mediática, en el propósito de vender un producto - y eso no resulta gratis - llamado Barack Obama, “destinado a llevar la paz y la reconciliación” a toda la humanidad. Y es que había que ver por ejemplo, como personas con una conciencia critica y analítica, sorprendentemente se despachaban en alusiones positivas hacia la persona de Obama.
Pero es que la sabiduría popular y la historia son sabias. Con el caso de Obama se ratifica una vez más aquello de que “aunque la mona se vista de ceda, mona se queda” Y es que siempre debemos tener en cuenta de que históricamente los detentores del poder harán uso de cualquier estratagema para confundir y convencer a los demás acerca de sus “buenas intenciones”.
Lo que sucede es que hay quienes pecaron de una inocencia política craza, al creer que era cierto que con El Obama negro, del partido demócrata, de ascendencia musulmán, hijo de un inmigrante africano, carismático, franco, abierto, venido de menos a más etc. se daba la oportunidad para un cambio de actitud positivo en las relaciones de los Estados Unidos y el resto de los países, mas olvidándose de una verdad de apuño: “Los Norteamericanos gobiernan y gobernarán para los Norteamericanos”, pues como potencia que son, nunca van a soltar el poder así como así, por la buenas, y no lo van a hacer sencillamente porque saben lo que les representa estar en la cúspide de la dominación mundial en todos sus ordenes. A lo sumo harán operaciones parche que no cuestionen de raíz su estructura de dominación.
Dicho en otras palabras, nuestra sociedad actual con los norteamericanos a la cabeza, se mueve dentro de la lógica del capital: “El dinero como máximo valor, y por encima de la dignidad humana”. Si la idea es producir la máxima ganancia, en el menor tiempo posible, y con el menor esfuerzo, entonces ya nos podremos imaginar hasta donde pueden llegar las buenas intenciones de los dueños del capital, quienes son en realidad el poder detrás del trono.
Todo esto le hacían ver como un mandatario que le daría un vuelco importante en la manera en que históricamente el país del norte venia asumiendo sus relaciones internacionales.
¿Pero que a pasado con Obama en este año y ocho meses al frente de los destinos de la mayor potencia de la historia? Y es que la pregunta tiene razón de ser si nos damos cuenta de que Obama en cuanto a la reconciliación y la paz en el mundo, no ha emprendido ninguna acción determinante: Estados Unidos sigue siendo el mayor exportador de armas nivel mundial, incrementa el número de soldados norteamericanos enviados a Irak, la guerra en Afganistán se le convirtió en un dolor de cabeza, avala de manera complaciente el holocausto Palestino a manos del estado de Israel, cuando el violento ataque de la marina Israelí en contra de la Flotilla de la Libertad, solo atino a decir que lamentaba las bajas que se habían producido - ¿Qué descaro verdad?-, bajo el pretexto de que Irán está desarrollando un programa nuclear al que por cierto le asiste todo el derecho de hacerlo, amenaza con desatar una guerra en su contra, y de paso llevar a la humanidad a una confrontación bélica de impredecibles proporciones, no tiene ni la mas mínima intención de acabar con el brutal bloqueo contra Cuba, si no que al contrario, cada vez mas se incrementa la injerencia gringa, a través de la National Endowment for Democracy, en procura de desestabilizar el gobierno de la isla a través del apoyo económico a los mal llamados disientes que desde Miami encuentran sus mayores padrinos, amplía su injerencia militarista y desestabilizadora en América latina a través de las 7 bases en Colombia, próximas bases en Panamá, en este momento se acaba de firmar un convenio en vista del cual, Costarrica cede su soberanía para que militares norteamericanos patrullen sus costas, bajo el pretexto de la lucha contra el trafico de drogas, activación de la IV flota en los mares latinoamericanos, a través de agencias gringas como Usaid, viene implementando una brutal y descarada agenda de acoso y descalificación en contra de proceso revolucionario venezolano, apoyando y patrocinando tácitamente a diversos sectores de la posición.
En fin, es todo un cumulo de decisiones y acciones de orden político, económico y militar, caracterizadas por la hostilidad la agresión y la violencia que solo buscan recuperar, retener y ampliar su influencia geopolítica en el mundo para la dominación. Esta actitud lo ha llevado a violentar y agredir a países, naciones y pueblos enteros que se resisten a volver de nuevo a su esfera de influencia. Todo esto y muchas cosas mas – no hemos tocado la realidad interna de la población estadounidense - lo único que hacen es ratificar lo que se sabía desde el principio, pero que muchos se empecinaron en creer lo contrario: que con Obama no pasaría nada y que más bien seria más de lo mismo y al mejor etilo gringo.
Y aquí entonces la gran pregunta es: ¿Por que y como tan de repente aparece Barack Obama en el escenario político, para obnubilar la mente de grandes cantidades de seres humanos en el mundo haciéndose ver como el como mesías que iría a redimir a los Estados Unidos de su pasado como gendarme, y en aras de que este se reconciliara con el orbe para así instaurar una “nueva era de paz y armonía”?
Estoy plenamente convencido de que una de las posibles respuestas la debemos buscar, como lo decía más arriba, en el intento premeditado de la dirigencia Norteamericana por lavarse y maquillarse la cara de policía del mundo que ha venido trayendo desde hace muchísimo tiempo, y que no pocos enemigos le ha granjeado.
Para esto no más hay que ver como desde que Obama decidió lanzarse como candidato presidencial por el Partido Demócrata, los medios de comunicación hablados, escritos y televisivos en todas partes del mundo, asumieron premeditadamente o no, ser la punta de lanza como agente de influencia mediática, en el propósito de vender un producto - y eso no resulta gratis - llamado Barack Obama, “destinado a llevar la paz y la reconciliación” a toda la humanidad. Y es que había que ver por ejemplo, como personas con una conciencia critica y analítica, sorprendentemente se despachaban en alusiones positivas hacia la persona de Obama.
Pero es que la sabiduría popular y la historia son sabias. Con el caso de Obama se ratifica una vez más aquello de que “aunque la mona se vista de ceda, mona se queda” Y es que siempre debemos tener en cuenta de que históricamente los detentores del poder harán uso de cualquier estratagema para confundir y convencer a los demás acerca de sus “buenas intenciones”.
Lo que sucede es que hay quienes pecaron de una inocencia política craza, al creer que era cierto que con El Obama negro, del partido demócrata, de ascendencia musulmán, hijo de un inmigrante africano, carismático, franco, abierto, venido de menos a más etc. se daba la oportunidad para un cambio de actitud positivo en las relaciones de los Estados Unidos y el resto de los países, mas olvidándose de una verdad de apuño: “Los Norteamericanos gobiernan y gobernarán para los Norteamericanos”, pues como potencia que son, nunca van a soltar el poder así como así, por la buenas, y no lo van a hacer sencillamente porque saben lo que les representa estar en la cúspide de la dominación mundial en todos sus ordenes. A lo sumo harán operaciones parche que no cuestionen de raíz su estructura de dominación.
Dicho en otras palabras, nuestra sociedad actual con los norteamericanos a la cabeza, se mueve dentro de la lógica del capital: “El dinero como máximo valor, y por encima de la dignidad humana”. Si la idea es producir la máxima ganancia, en el menor tiempo posible, y con el menor esfuerzo, entonces ya nos podremos imaginar hasta donde pueden llegar las buenas intenciones de los dueños del capital, quienes son en realidad el poder detrás del trono.
Para mi, entender esto, es fundamental a la hora de discernir el discurso “bonito”, pero altamente embaucador y alienador de esta sociedad, la cual se halla impregnada hasta los tuétanos de los valores (¿o anti-valores?) que genera el vil metal.
Así pues, la cuestión entonces no está en ser demócrata o republicano, negro o blanco, católico o protestante, cristiano o musulmán o ateo, hombre o mujer, latino o europeo o árabe o asiático, de aquí o de allá etc. - quizá a lo mejor en algo ayude, pero no es determinante - si no la cuestión está en comprender que quien tiene el dinero, tiene el poder, así no tenga la verdad, y de tener siempre presente la consecuente lógica social que de ello - del dinero como máxima premisa - se desprende.
Por eso entonces podemos decir que Obama es simplemente - y no es porque sea Obama, puede ser cualquier otro - el muñeco de mostrar, pero quienes están realmente detrás de él, controlando los hilos del poder no es ni siquiera el congreso o la casa blanca, si no “el complejo industrial-militar-tecnológico de carácter trasnacional y corporativo” (1), del cual el congreso y la casa blanca son meros apéndices.
Vistas así las cosas, podemos afirmar entonces que el fenómeno Obama, o la Obamanía que sedujo a millones de incautos en su momento, mas que realidades que beneficiarían a la humanidad, fue sencillamente el producto de un muy bien elaborado programa de marketing político, en el cual se diseño, se publicitó, se distribuyó y se vendió la idea de que con Barack Hussein Obama, los Estados Unidos pasarían de ser vistos como el vecino detestable, al amigo bonachón y solidario con sus vecinos, es decir, Obama fue el intento de maquillar la fachada de dominación gringa.
Por eso no desecharía totalmente la idea que tiene en sus mentes cientos de millones de seres humanos el en mundo, de que Obama es sencillamente la continuación de la administración Bush, y un fiel representante de quienes controlan los hilos del poder en los Estados Unidos.
Por eso entonces podemos decir que Obama es simplemente - y no es porque sea Obama, puede ser cualquier otro - el muñeco de mostrar, pero quienes están realmente detrás de él, controlando los hilos del poder no es ni siquiera el congreso o la casa blanca, si no “el complejo industrial-militar-tecnológico de carácter trasnacional y corporativo” (1), del cual el congreso y la casa blanca son meros apéndices.
Vistas así las cosas, podemos afirmar entonces que el fenómeno Obama, o la Obamanía que sedujo a millones de incautos en su momento, mas que realidades que beneficiarían a la humanidad, fue sencillamente el producto de un muy bien elaborado programa de marketing político, en el cual se diseño, se publicitó, se distribuyó y se vendió la idea de que con Barack Hussein Obama, los Estados Unidos pasarían de ser vistos como el vecino detestable, al amigo bonachón y solidario con sus vecinos, es decir, Obama fue el intento de maquillar la fachada de dominación gringa.
Por eso no desecharía totalmente la idea que tiene en sus mentes cientos de millones de seres humanos el en mundo, de que Obama es sencillamente la continuación de la administración Bush, y un fiel representante de quienes controlan los hilos del poder en los Estados Unidos.
(1) Javier Biardeau, http://www.saberescontrahegemonicos.blogspot.com/
1 comentario:
Efectivamente, Barack Obama represento muchas espectativas cuando era candidato y mas aun cuando llego a ser presidente, pero el problema es que EUA es el imperio, y ese maldito imperio no quiere soltar el poder.
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