LAS MENTIRAS DE CAP Y SU PSEUDO-NACIONALIZACION DEL PETROLEO
¿Por estos días y a propósito de la muerte del ex - presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, la cada vez más degradada oposición venezolana, carente de propuestas políticas que calado popular, las cuales nunca ha tenido, intenta resucitar el cadáver insepulto del “gocho” como bandera política, manifestando entre otras cosas, que dentro del legado a seguir de CAP, está el haber llevado a cabo la nacionalización del petróleo, pero la verdad es otra. En realidad, ¿En que consistió la famosa nacionalización de petróleo bajo la primera administración de Carlos Andrés Pérez?
La industria petrolera "nacionalizada" no se entregó a la Corporación Venezolana del Petróleo. En ese momento se crearon cuatro operadoras nacionales, que a su vez contrataron asesoría de empresas transnacionales. Maraven contrató a la Shell, Llanoven a Mobil, Meneven a Gulf y Lagoven a la Exxon. Esto significó que el negocio petrolero, que supuestamente pasaba directamente a ser "operado" por Venezuela en el mismo instante de la firma del traspaso a la Nación, se repartió entre las cuatro antiguas concesionarias.
Tenemos entonces que los verdaderos beneficiarios de la nacionalización petrolera de Carlos Andrés Pérez fueron las transnacionales.
Las transnacionales se aseguraron el control de la producción y los negocios petroleros mediante el artículo 5 de la Ley de Nacionalización Petrolera, que les garantizó el regreso en el futuro para operar bajo la figura de empresas mixtas.
Las transnacionales se reservaron los derechos de la "asesoría técnica" de las nuevas operadoras nacionales, todas creadas a imagen y semejanza de las antiguas concesionarias operadoras, ahora "asesoras". Como pago a su "asesoría técnica" exigieron un porcentaje de cada barril extraído, refinado y exportado por la Nación, por espacio de 8 años, adquiriendo así el control de todo el negocio petrolero venezolano.
Sus modelos gerenciales se trasladaron a las nuevas operadoras nacionales, imponiendo criterios antinacionalistas. Desde 1975 hasta el año 2002, el manejo de PDVSA por los "meritocráticos", puestos allí como los "caballos de Troya" de las transnacionales, dejó como saldo la reversión total de los resultados del negocio petrolero en contra del Estado venezolano.
Las operadoras nacionales utilizaron los recursos petroleros en beneficio propio y de las multinacionales extranjeras. En Venezuela, no se vio nunca el beneficio de tener petróleo, entre otras razones, porque los inversionistas no eran obligados a pagar regalías por explotar las tierras venezolanas.
La Ley de Hidrocarburos de 1943 rezaba que la mínima regalía petrolera debía ser de un sexto, es decir, de 16,6% de la producción, la cual se calculaba en el campo y podría pagarse en especie o efectivo al Estado. Pero en caso de que se presentaran dificultades de producción, el Gobierno podía disminuir la cuota o devolverla al valor inicial. En la mayoría de los casos, sin ninguna justificación, se rebajó la regalía a 1% en los contratos con empresas privadas.
Dicha rebaja aplicaba legalmente si se demostraba que los proyectos tenían problemas de producción y, para no amenazar su continuidad, se rebajaban las tasas de regalía. Pero tanto entonces como hoy, las inversoras tienen a su favor todos los factores y no tienen por qué eximirse de pagar las regalías exigidas por la Ley.
¿Entonces cual fue el logro de CAP en materia de nacionalización del petróleo?
Mentira, mentiras y más mentiras de la oposición mediática venezolana.
La industria petrolera "nacionalizada" no se entregó a la Corporación Venezolana del Petróleo. En ese momento se crearon cuatro operadoras nacionales, que a su vez contrataron asesoría de empresas transnacionales. Maraven contrató a la Shell, Llanoven a Mobil, Meneven a Gulf y Lagoven a la Exxon. Esto significó que el negocio petrolero, que supuestamente pasaba directamente a ser "operado" por Venezuela en el mismo instante de la firma del traspaso a la Nación, se repartió entre las cuatro antiguas concesionarias.
Tenemos entonces que los verdaderos beneficiarios de la nacionalización petrolera de Carlos Andrés Pérez fueron las transnacionales.
Las transnacionales se aseguraron el control de la producción y los negocios petroleros mediante el artículo 5 de la Ley de Nacionalización Petrolera, que les garantizó el regreso en el futuro para operar bajo la figura de empresas mixtas.
Las transnacionales se reservaron los derechos de la "asesoría técnica" de las nuevas operadoras nacionales, todas creadas a imagen y semejanza de las antiguas concesionarias operadoras, ahora "asesoras". Como pago a su "asesoría técnica" exigieron un porcentaje de cada barril extraído, refinado y exportado por la Nación, por espacio de 8 años, adquiriendo así el control de todo el negocio petrolero venezolano.
Sus modelos gerenciales se trasladaron a las nuevas operadoras nacionales, imponiendo criterios antinacionalistas. Desde 1975 hasta el año 2002, el manejo de PDVSA por los "meritocráticos", puestos allí como los "caballos de Troya" de las transnacionales, dejó como saldo la reversión total de los resultados del negocio petrolero en contra del Estado venezolano.
Las operadoras nacionales utilizaron los recursos petroleros en beneficio propio y de las multinacionales extranjeras. En Venezuela, no se vio nunca el beneficio de tener petróleo, entre otras razones, porque los inversionistas no eran obligados a pagar regalías por explotar las tierras venezolanas.
La Ley de Hidrocarburos de 1943 rezaba que la mínima regalía petrolera debía ser de un sexto, es decir, de 16,6% de la producción, la cual se calculaba en el campo y podría pagarse en especie o efectivo al Estado. Pero en caso de que se presentaran dificultades de producción, el Gobierno podía disminuir la cuota o devolverla al valor inicial. En la mayoría de los casos, sin ninguna justificación, se rebajó la regalía a 1% en los contratos con empresas privadas.
Dicha rebaja aplicaba legalmente si se demostraba que los proyectos tenían problemas de producción y, para no amenazar su continuidad, se rebajaban las tasas de regalía. Pero tanto entonces como hoy, las inversoras tienen a su favor todos los factores y no tienen por qué eximirse de pagar las regalías exigidas por la Ley.
¿Entonces cual fue el logro de CAP en materia de nacionalización del petróleo?
Mentira, mentiras y más mentiras de la oposición mediática venezolana.
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