TODOS A LA UNIVERSIDAD
La vida está llena de ironías, y entre países y países sí que hay, algunas de ellas dignas de resaltar: Mientras en Gran Bretaña, Estados Unidos, Grecia y otros mas, cientos de miles de estudiantes universitarios se alzan en sonadas protestas contra el alza de las matrículas y la falta de recursos económicos que subvencionen la educación pública universitaria, entre otras razones, la Asamblea Nacional de Venezuela acaba de aprobar en la madrugada del pasado 24 de diciembre, una nueva ley universitaria que democratiza la educación superior, haciéndola más asequible a los diferentes actores que componen dicha población, esto es, profesores, estudiantes, trabajadores, la parte administrativa etc. en la toma de decisiones y que elimina las barreras a la educación universitaria.
Básicamente la ley se basa en el principio de que el gobierno tiene la responsabilidad de proporcionar de manera gratuita y de alta calidad, la educación pública desde la infancia hasta el pregrado universitario.
Veamos algunos componentes de la nueva ley, que en definitiva, beneficia a la población venezolana:
Se eliminan las pruebas de admisión y ordena que los pre grados y los posgrados sean totalmente gratuitos. Esto pone fin a los abusos de quienes convirtieron la educación en un jugoso negocio.
A los claustros del orden privado, se les prohíbe el cobro de cuotas, lo mismo que la suspensión de estudiantes por falta de pagos de matrículas, pensiones, seguros o la retención de documentos.
"Todo egresado del nivel de educación media en Venezuela tiene derecho a ingresar a cualquier institución de educación universitaria, de acuerdo a lo establecido por el Estado Docente.
"En consecuencia, ninguna institución universitaria podrá imponer otros requisitos o mecanismos que violen este principio" Reza alguno de sus apartes.
Los estudiantes tendrán el derecho a la igualdad de voto en la elección de autoridades universitarias, en la evaluación de profesores y participar en la auto-evaluación, expresar libremente sus opiniones, acceso a los registros administrativos de la universidad, y recibir una amplia gama de servicios, incluyendo vivienda, transporte, comidas, atención de salud y un estipendio mensual, entre otros derechos.
Se establece una serie de consejos universitarios que han de ser elegidos en cada universidad a través de un sistema democrático donde una persona equivaldrá a un voto y que incluye a estudiantes, profesores, administradores, trabajadores asalariados, y otros miembros de la comunidad universitaria.
Esto incluye un Consejo de Defensores de la Universidad Pública y un Consejo Defensor del Pueblo para auditar y supervisar el presupuesto universitario y la administración. Asimismo, cada recinto universitario elegirá un órgano legislativo de representantes llamado la Asamblea de Transformación Universitaria que trabajará con el Consejo Nacional para la Transformación Universitaria para gestionar los cambios en la estructura administrativa del sistema de universidades públicas y sus programas de acuerdo con la nueva ley y la Constitución.
Anterior a la aprobación de la ley, las universidades estaban dirigidas por un grupo más pequeño de autoridades llamado Consejo Universitario que se elegía en un sistema que le daba más peso mediante votos a autoridades superiores y le daba virtualmente ningún poder a estudiantes o trabajadores.
La nueva ley explícitamente defiende el principio de autonomía de la administración de la universidad pública, que tiene el mandato por el artículo 109 de la Constitución Nacional. Este principio se inspiró en la profunda historia de Venezuela de mortal represión política y la resistencia en los campus universitarios, especialmente durante la dictadura derechista, respaldada por Estados Unidos, que terminó en 1958 y el período posterior de la democracia representativa.
En definitiva, ¿qué ironías tiene la vida verdad? Mientras en los llamados países “democráticos” cada vez más se cierran las oportunidades de vida para los mas empobrecidos, en aquellos otros señalados antojadizamente como en camino del totalitarismo y la tiranía, se abren cada vez mas nuevas esperanzas de vida y realización para millones y millones de personas que en otras épocas, jamás nunca se llegaron a imaginar, por ejemplo, acceder a la educación superior.
A los claustros del orden privado, se les prohíbe el cobro de cuotas, lo mismo que la suspensión de estudiantes por falta de pagos de matrículas, pensiones, seguros o la retención de documentos.
"Todo egresado del nivel de educación media en Venezuela tiene derecho a ingresar a cualquier institución de educación universitaria, de acuerdo a lo establecido por el Estado Docente.
"En consecuencia, ninguna institución universitaria podrá imponer otros requisitos o mecanismos que violen este principio" Reza alguno de sus apartes.
Los estudiantes tendrán el derecho a la igualdad de voto en la elección de autoridades universitarias, en la evaluación de profesores y participar en la auto-evaluación, expresar libremente sus opiniones, acceso a los registros administrativos de la universidad, y recibir una amplia gama de servicios, incluyendo vivienda, transporte, comidas, atención de salud y un estipendio mensual, entre otros derechos.
Se establece una serie de consejos universitarios que han de ser elegidos en cada universidad a través de un sistema democrático donde una persona equivaldrá a un voto y que incluye a estudiantes, profesores, administradores, trabajadores asalariados, y otros miembros de la comunidad universitaria.
Esto incluye un Consejo de Defensores de la Universidad Pública y un Consejo Defensor del Pueblo para auditar y supervisar el presupuesto universitario y la administración. Asimismo, cada recinto universitario elegirá un órgano legislativo de representantes llamado la Asamblea de Transformación Universitaria que trabajará con el Consejo Nacional para la Transformación Universitaria para gestionar los cambios en la estructura administrativa del sistema de universidades públicas y sus programas de acuerdo con la nueva ley y la Constitución.
Anterior a la aprobación de la ley, las universidades estaban dirigidas por un grupo más pequeño de autoridades llamado Consejo Universitario que se elegía en un sistema que le daba más peso mediante votos a autoridades superiores y le daba virtualmente ningún poder a estudiantes o trabajadores.
La nueva ley explícitamente defiende el principio de autonomía de la administración de la universidad pública, que tiene el mandato por el artículo 109 de la Constitución Nacional. Este principio se inspiró en la profunda historia de Venezuela de mortal represión política y la resistencia en los campus universitarios, especialmente durante la dictadura derechista, respaldada por Estados Unidos, que terminó en 1958 y el período posterior de la democracia representativa.
En definitiva, ¿qué ironías tiene la vida verdad? Mientras en los llamados países “democráticos” cada vez más se cierran las oportunidades de vida para los mas empobrecidos, en aquellos otros señalados antojadizamente como en camino del totalitarismo y la tiranía, se abren cada vez mas nuevas esperanzas de vida y realización para millones y millones de personas que en otras épocas, jamás nunca se llegaron a imaginar, por ejemplo, acceder a la educación superior.
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