A propósito de las denuncias sobre corrupción en la alcaldía de Bogotá

¿OPORTUNISMO POLITICO DISFRAZADO DE MORALIDAD EN EL POLO?

En verdad que es una vergüenza lo que está sucediendo con el Polo Democrático Alternativo (Partido de izquierda colombiano), y no solo por las denuncias de corrupción al interior de la alcaldía de la capital colombiana, lo cual desde ya es gravísimo, si no también por el manejo mediático que le han dado los integrantes que se autonombraron a la “comisión” investigadora, y quienes hacen parte de Polo, y que este ciudadano de común, no duda en llamarlo oportunista

Y en este sentido digo que es vergonzoso, pues el Polo, mal que bien, representa alguna esperanza de cambio positivo para una sociedad que como la colombiana, está cansada de que politiqueros de oficio y sus castas oligárquicas manejen al país como si fuera una finca de su propiedad, y ver como, integrantes del mismo Polo, movidos mas por sus agendas personales de poder, han armado un deprimente show mediático, pues lo que hicieron entre otras cosas, fue presentar una recopilación sistemática de indicios y datos, mas no mostraron ninguna prueba en concreto, pretendiendo con ello, arremeter brutalmente contra el polo, para someterlo a sus designios o acabarlo.

Pero a la final, ese acto bochornosamente oportunista de estos integrantes del Polo en la autonombrada “comisión”, es producto, entre otras cosas, de pretender hacer de la pluralidad y la inclusividad en la conformación del Polo Democrático Alternativo, no un medio, si no un fin en si mismo.

En el Polo hay tendencias que van desde liberales, socialdemócratas, ex guerrilleros, comunistas, hasta independientes. Es decir, en el Polo se ha querido construir un partido de la llamada izquierda democrática, a partir de una amplísima gama de tendencias políticas. Hasta aquí todo esta bien. El problema es que, ¿hasta donde la misma practica política de ser inclusivo, se ha convertido mas en un fin que en un medio, haciendo del Polo una asociación burocrática para el alcance de fines personales o de grupo, y no una agrupación de tendencias con claras propuestas programáticas que cuestionen de raíz y de frente, la propuesta mercantilista del capitalismo?

Y es que uno puede leer, a partir de actitudes observadas en la militancia de varios de sus intrigantes, que sencillamente han venido ha aterrizar en el Polo, buscando concretar su propio proyecto político, en contra de las esperanzas de millones de colombianos, por ver un propuesta política colectiva, que ayude a construir una verdadera alternativa de cambio, frente al modelo neo-liberal imperante.

En otras palabras, hay quienes usan al Polo como trampolín para alcanzar sus propias ambiciones políticas, las cuales son básicamente a mi entender, congraciarse con la elite gobernante y así ser aceptados en su seno, pagando para ello un precio: renegar de su pasado militante de izquierda, ayudando a moldear una izquierda a imagen y semejanza de los intereses de la elite dominante y que venga a oxigenar la desacreditada democracia colombiana. Y para ello, la oligarquía colombiana, como todas las oligarquías, en contraprestación, ponen todo su andamiaje al servicio de dichos personajes, a fin de perfilarlos y posicionarlos.

A continuación, y como ampliación y profundización del tema del oportunismo político de algunos militantes de Polo democrático, en la próxima entrada me permito reproducir sucintamente pero de manera textual, las declaraciones hechas a la Cadena Radial Todelar, por el Maestro Carlos Gaviria Díaz, la autoridad natural de Polo, a propósito de la actitud asumida por la famosa “comisión” autonombrada para investigar las denuncias de corrupción en la alcaldía de Bogotá, en concreto la del ex senador Gustavo Petro Urrego, quien hace parte de dicha “comisión”